miércoles, 26 de junio de 2013

La venganza de los vilipendiados

Transcurrieron las primeras 52 semanas de un par de locos constantes, irreverentes y por ratos divertidos, pero eso sí de mucho cuidado, y de su programa de radio “La Rebelión de los Fariseos”, el cual retoma las bases de los acordes simples y repetitivos de una propuesta musical que vio sus mejores tiempos ya hace rato, pero que a base de fidelidad a las crestas, los parches y los estoperoles ha perdurado en el gusto de las nuevas generaciones, quienes ya no ven al “Punk” como “el monstruo” que amenazaba el sistema establecido por los gobiernos, como lo consideraron en las décadas de los setenta y ochenta.
Otra vertiente musical del programa es una fusión llamada Punk-rock, la cual es el de casa, la estación Política y Rock & Roll Radio, que es liderada por Amílkar “El Choco” Peñuñuri, quien es el baterista de la longeva banda Suciedad Discriminada, trío de hermosillenses que estelarizaron la tocada de aniversario del programa, así que junto con el “Kuicho” en la guitarra acompañaron al festejado Edgardo Barragán, mejor conocido como el “Buchakas”, bajista de la banda, y a su compadre colocutor el buen “Tommy” Padilla en su noche de gala.
El toquín lo abrió “El Grito”, quienes aparte son los encargados de la operación del bar “Bichos Live”, donde fue el evento, y dieron muestra una vez más de su calidad y del gusto por el Hard-Core, pues lo ejecutan de una manera precisa y potente, muy al estilo de ellos.

Después nos enteramos que los conflictos políticos del sur del estado rebotaron hasta ese rincón lleno de greñudos y tatuados, pues un par de bandas, la presentación de Antidoto y el ansiado regreso de la Malilla Planetaria fueron frustrados por los bloqueos en la carretera de Vicam y no pudieron llegar a Hermosillo, aunque el “Chupy” hizo de las suyas de una forma peculiar y divertida, pues acompañado en su pie derecho con una maraca, la cual estaba amarrada a un pedal y golpeaba una tarola y el bombo con el pie izquierdo, acompañó su hipnótica guitarra, que le daba tono a su aguardientosa voz, que junto con sus letras de la cotidianidad urbana completaban un collage digno de Buñuel.

Cuando los “Sucios” subieron al escenario la gente se agolpo hacia ellos como hace ya casi 25  años cuando daban sus primero tumbos en el limbo de los “Rock Stars”  hermosillenses y corearon una a una de las rolas, que a decir del “Choco” son para puros rucos, pues eran los de la vieja guardia como el “Tommy”, el “fayuca” o el Vinicio, quienes gritaban a coro con los músicos, y que a manera de reconocimiento hay que resaltar que el “Buchakas” tocó con el hueso del hombro salido, pero el esfuerzo no era para menos, pues era su festejo.
Además como en botica hubo hasta rifas y regalos y eso que Chabelo no fue invitado, así que los Fariseos regalaron camisetas alusivas al programa y a la Radio, además de unos morrales muy Ad-Hoc hechos con pedazos de mezclilla y con su logo punketero, por lo que varios fans salieron, aparte, con un recuerdo invaluable de esa noche.


La fiesta de las caguamas vio su fin con “Los hijos del lechero”, quienes con su bien definido estilo, trabajado por varios años le pusieron el cerrojo perfecto a una noche para celebrar la existencia, a pesar de los pesares de un espacio hertziano, transmitido todos los jueves de 9 a 11 de la noche por el maléfico 97.7 del fm, que sin hacerle daño a nadie es y seguirá siendo de las delicias de aquellos que disfrutan del dolor ajeno y de los sonidos crudos, machacantes y rabiosos de esa música vilipendiada por el movimiento Glam en sus inicios y por el pop facilón en su punto más álgido. Larga vida pues, como dijera el chavo del famoso “Andeleeee”, al Punk rock.

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