jueves, 4 de noviembre de 2010

Tributo al arte de hacer buen vino


Luego de terminar el recorrido y tomar camino rumbo a casa, el visitante no puede más que llevar una sonrisa esbozada debido a la experiencia vivida y del aprendizaje adquirido sobre el antiquísimo arte de la elaboración del vino, al puro estilo del mediterráneo europeo. Todo esto sin salir del país. 
            Es a la altura del kilómetro 73.5 de la carretera Tecate-El Sauzal, en el Valle de Guadalupe, Baja California, donde se encuentra la casa vinicultora “L. A. Cetto”, establecida por Don Ángelo Cetto. Esta empresa se ha constituido como una de las de más prestigio en todo México, pues en su palmarés acumula 220 premios internacionales obtenidos en Francia, Italia, España, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, premios que confirman su calidad, en los más de 25 países a los que exportan en la actualidad.

          
           El encanto inicia desde antes de llegar, ya dentro del valle, al dejar la carretera para internarse en una vereda entre las bien alineadas vid, para llegar a la casa productora. La encargada del recorrido fue la guía Victoria, quién luego de dejar que los paseantes tomaran fotos de los campos de cultivo, inició con la explicación del tratamiento que se le da a la uva, así como los tiempos de cultivo que ésta requiere.
            
           Después mostró los gigantescos tanques de acero inoxidable de más de cinco metros de altura, donde la uva es almacenada durante varios días y donde empieza el proceso de fermentación. Para terminar con esta primera etapa del recorrido, se dirige a la parte posterior del complejo, donde se encuentra una inmensa cava, atestada de toneles de diversos tamaños y maderas, donde finalmente se resguarda a una temperatura específica el vino durante el tiempo que requiera cada generación.
            
         Cuentan con cuatro excelentes líneas de vinos: Clásica, Reservas Privadas, Don Luis Selección Reservada y Reserva Platino, vinos 100% mexicanos. Producción enfocada a estar en la punta de la innovación de buqués propios destinados a satisfacer los gustos más exigentes, incluso de los catadores más prestigiados a nivel mundial.

Terraza-degustación

Después de visitar las instalaciones en el Valle de Guadalupe el visitante pasa a degustar en la boutique la gran variedad de vinos que produce la casa L. A. Cetto, además de poder adquirir souvenirs alusivos al cultivo de la vid, así como compra de quesos, carnes frías, aceite de olivo, aceitunas, chocolatería, regalos y artículos relacionados con la vinicultura.

Nuevamente fue la guía Victoria quien ofreció una explicación sobre cada botella de vino que iba descorchando para ofrecer una prueba a cada visitante, en total fueron dos vinos blanco y dos tintos. El objetivo es que ya estando ahí se puedan adquirir las botellas de vino de esta casa productora con más de 80 años de experiencia.

Cabe resaltar que estas visitas y degustaciones las tienen muy bien sectorizadas, tanto para paseantes extranjeros o nacionales. Esto por la capacidad adquisitiva de unos y otros, por lo que los vinos ofrecidos están seleccionados en ese sentido. Pero el resultado normalmente es el mismo, la satisfacción de haber podido disfrutar cada uno de los aromas y sabores que se ofrecen generosamente y que son exclusivos de esta zona del país.

           

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