Se
me hace que allá por rumbos de no se donde, porque Cimarrones de Sonora ya
andaban como la India María: “Ni de aquí ni de allá”, ya se comen las uñas para
que este Torneo de Apertura 2015 llegue a si final, porque vaya que ha sido
larga la agonía de ver semana tras semana que nomás no se cuenta con el
plantel, ni con la infraestructura que se requieren para enfrentar un
compromiso en la Liga del Ascenso Mx satisfactoriamente.
Al
principio todo lucía prometedor, pero con el paso de los días y de los encuentros
vimos cómo los refuerzos que vinieron no rindieron lo que de ellos se esperaba
y a mitad del torneo varios salieron por la puerta de atrás como Kamar, Wilmer,
Iñigo y Romo, siendo que principalmente en ellos estaban fincadas las
esperanzas de mostrar al resto del país una buena imagen de Sonora,
estrictamente hablando de futbol, por su puesto.
Las
alineaciones variaban semana a semana y ninguno de los dos estrategas que
fueron utilizados este torneo, fueron capaces de establecer una oncena que se
fuera entendiendo y funcionando de mejor manera y salvo la primera mitad del
torneo donde el sector defensivo estaba convertido en una verdadera fortaleza,
encabezada por el arquero Armando Navarrete, en general pocas cosas se pueden
rescatar.
Una
de ellas fue el fogueo de elementos que subieron al primer equipo de la Segunda
División y que eso para el siguiente torneo le puede rendir frutos, pues Raí
Villa, Ángel Conde y Fernando Martínez
tuvieron minutos, además del debut de Manuel Guerra, pero eso por supuesto solo
serviría para apuntalar a un aplantilla que debe ser rearmada a conciencia,
pues ya vimos que el buen ojo falló en el Draft a principios de temporada.
No
solo en la plantilla se esperan cambios, pues a nivel directivo también andan
haciendo ruidos las nueces y ni se diga en el banquillo, el problema que tienen
que hacer todos esos cambios de manera expedita, lo que lo complica por el
corto receso invernal, así que tendrán que tener puntería de Apache para elegir
a las personas indicadas que puedan llevar a buen puerto este proyecto que se
fue desinflando poco a poco.
Deberán
recobrar la confianza en la afición que se fue ausentando de las gradas de los
dos inmuebles que se utilizaron (otro peñasco en el zapato) y en el que fue el
penúltimo juego ante Mérida vimos una muy pobre entrada, todo debido sin lugar
a dudas a los resultados obtenidos y al bien conocido pago de derecho de piso,
que vaya que le ha salido caro a los encargados del equipo.
No
queda mas que despedirse de la forma más digna posible y que mejor que hacerlo
con una victoria en casa, pequeño gran detalle que no se le ha podido brindar
al aficionado que paga su buenos pesitos para apoyar al cuadro local y que por
unas, unas más cerca que otras, no se le ha hecho ver salir triunfante a su
escuadra en la capital Sonorense.
Hasta
en la porra oficial, La Banda del Cimarrón, se vio una disminución en la
intensidad con la que alentaban al club, de apoco fueron menos los integrantes
que asistían a los encuentros y por lo tanto los decibeles también bajaron, ahí
habrá que invertir más energías y sean más los jóvenes que se acerquen, así
como músicos que quieran sumar su talento para hacer en las gradas un
espectáculo aparte.
Una
vez que se muden al “Héroe de Nacozari” y al correr de los encuentros tendrá
que llegar esa identidad tanto con el inmueble como con los espectadores, habrá
que esperar mejores resultados y ver para la siguiente campaña un equipo mejor
montado que de pelea y le traiga alegría al aficionado futbolero, que tanto tú,
como yo sabemos perfectamente que ahí está, ávido de un buen espectáculo y que
cuando lo tenga ahí seguramente estará dándole con todo para apoyar a
Cimarrones.
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