¿Qué fuera del futbol sin la pierna
izquierda? Y no me refiero a la extremidad como simple apoyo para utilizar la
diestra, sino como una pieza clave dentro de la historia del futbol a nivel
mundial, con todo y que algunos no la utilizan ni para subirse al camión.
¿Cuántas historias gloriosas se han escrito
con letras doradas con ese perfil? Cientas; unas más memorables que otras, en
todas la trincheras hemos podido presenciar como los grandes “Zurdos” han hecho
con sus lances imágenes imborrables en nuestra memoria.
Esto a propósito de un encuesta realizada
en España donde han elegido las chilenas más espectaculares dentro de su balompié,
donde destaca la que sin duda fue la mejor anotación del “Niño de Oro” Hugo
Sánchez en su paso por la Madre Patria, aquella inolvidable chilena que le
consiguió anotar al Logroñes el 10 de abril de 1988 cuando vestía los colores
del Real Madrid, yo por lo menos la he visto un centenar de veces, pues su
ejecución roza con una perfección fuera de este mundo.
Sin embargo, ese lance de “Hugol” no fue
elegido como la mejor chilena del futbol español, ya que votaron por la que le
hizo Rivaldo al Valencia en el 2001, cuando vestía la camiseta Blaugrana y al
recibir el balón con el pecho en los linderos del área grande, de forma
vertical y de espaldas a la portería convirtió un gol de forma inmejorable
pegado al poste, inalcanzable para el cancerbero naranjillo. Con todo yo me
quedo con la del mexicano (sin albur, jeje).
Pero como olvidar el gol de Maradona en el
86 cuando con la pura zurda dejó en el camino a todos los ingleses que se le
pararon enfrente, para realizar el llamado “Gol del siglo”.
Otro golazo que para muchos es el mejor del
siglo anterior fue el que en un duelo amistoso en el Parque de los Príncipes de
París, Francia recibía a Brasil en 1997. Ahí Roberto Carlos con esa finísima y
súper potente pierna izquierda tiró por la borda todas las teorías de la física
al mandar tremendo zapatazo a 35 metros de distancia de la portera de Barthez.
El brasileño retrocedió 18 pasos para
después lanzar una parábola que se abrió 8 metros para esquivar la barrera y
colarse pegado al primer poste francés, una delicia.
O la volea de Zidane en la final de la Champions del 2001 con el Real Madrid ante el Bayern Leverkusen, cuando de forma magistral arquea el cuerpo hacia atrás para mandar telegrafiado el balón al ángulo de la portería desde afuera del área.
En nuestro futbol como olvidar la fantasía
que salía de la pierna izquierda del “Negro” Antonio Carlos Santos, o los
misiles que mandaba Alberto García Aspe o las inmensas zancadas de Zaguinho y
aquel gol de volea desde afuera del área durante la Copa América del 93 ante
Perú, ufff, pura calidad de la melcocha sin lugar a dudas.
Y ya mejor ni le sigo porque me acuerdo que
ahora mismo traigo la pierna izquierda rota y ya no me da ni para pensar en
aventarme algunos de esa jugaditas que de repente me salían con chanfle
directas al ángulo (tengo testigos para los incrédulos, jeje), ya con que me
pueda mover de forma regular y hacer la rutina sin contratiempos me conformo,
pero por lo mientras no queda más que sacarle chispas a la silla de ruedas y
aprender el Jarabe Zapateado con las muletas, ¡ya luego la magia regresará con
la pierna izquierda, la chueca!
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