Solo algunos han sido los
campeones del mundo que han decidido venir a México a mostrar sus dotes que los
llevaron hasta grandes alturas y que en el ocaso de su carrera fueron seducidos
por diferentes clubes aztecas y así darle un poco de más lustre a este nuestro
futbol nuestro de cada día.
El primero en llegar fue Waldir
Pereira, mejor conocido como Didí, quien de hecho es el único bicampeón del
mundo que ha jugado en tierras aztecas, luego que conquistó los mundiales de Suecia
1958 y Chile 1962 con la selección brasileña, que contaba entre otras grandes figuras
al mejor de todos los tiempos, Pelé.
Fue en 1965 cuando Didí llega a
los Tiburones Rojos de Veracruz, donde jugó una temporada y anotó en 13 ocasiones
en 29 partidos disputados y logró el subcampeonato con los escualos, después se
retiró como futbolista.
Fue hasta la temporada 92-93
cuando el segundo campeón del mundo se enroló con un equipo mexicano, las Águilas
del América. Se trató de Óscar Ruggeri, “El Cabezón” que junto con aquél equipo
liderado por Maradona consiguieron levantar la Copa del Mundo de México 86.
Bajo el mando de Miguel Ángel “El
Zurdo” López, Ruggeri consiguió anotar en 4 ocasiones durante los 27 partidos
que disputó con las Águilas, equipo al que volvería como Director Técnico en
2004, también con poco éxito.
Para la temporada de 1999 llegó
el tercer campeón del mundo a México y fue con los Toros Neza, José Roberto
Gama de Oliveira, más conocido como Bebeto, quien levantó el cetro mundial en
el mundial de Estados Unidos en 1994 al
lado de gente como Romario.
Bebeto llegó a un club en plena caída
y en crisis económica y apenas el año pasado, 14 años después, confesó haber
salido del club por amenazas del entonces propietario de los astados, Juan
Antonio Hernández, luego que el astro brasileño intentara interferir por sus
compañeros que levaban varios meses sin recibir su sueldo, pues al único que le
pagaban era precisamente a él.
Ahora llega Ronaldo de Assis
Moreira, mejor conocido como Ronaldinho o Ronaldinho Gaúcho, quien llega
precedente del Atlético Mineiro a los Gallos Blancos del Querétaro, ante la mirada
incrédula de todo el medio futbolístico, “Dinho” fue campeón del mundo con
Brasil en Corea-Japón 2002.
Las expectativas son muy altas
para este genio del balompié, pues todo el mundo sabe de lo que es capaz de
hacer con el balón en sus pies, sin embargo, existen ciertas dudas sobre el
rendimiento que el Carioca pueda tener en suelo Azteca, pues también es de
todos conocido su gusto por la vida nocturna.
Ojalá y este cuarto fantástico
pueda mejorar lo conseguido por sus antecesores en el futbol mexicano y de
verdad rinda todo lo que pagaron por él y deleite a los aficionados, no solo de
Querétaro, sino de todo el país con sus lances y dribles que solo él es capaz
de realizar, porque aunque ya tenga 34 años seguramente tendrá guardados
algunos trucos de magia en la chistera, pero eso solo el tiempo nos lo
revelará.