Transcurrieron las primeras 52
semanas de un par de locos constantes, irreverentes y por ratos divertidos,
pero eso sí de mucho cuidado, y de su programa de radio “La Rebelión de los
Fariseos”, el cual retoma las bases de los acordes simples y repetitivos de una
propuesta musical que vio sus mejores tiempos ya hace rato, pero que a base de
fidelidad a las crestas, los parches y los estoperoles ha perdurado en el gusto
de las nuevas generaciones, quienes ya no ven al “Punk” como “el monstruo” que
amenazaba el sistema establecido por los gobiernos, como lo consideraron en las
décadas de los setenta y ochenta.
Otra vertiente musical del
programa es una fusión llamada Punk-rock, la cual es el de casa, la estación
Política y Rock & Roll Radio, que es liderada por Amílkar “El Choco”
Peñuñuri, quien es el baterista de la longeva banda Suciedad Discriminada, trío
de hermosillenses que estelarizaron la tocada de aniversario del programa, así
que junto con el “Kuicho” en la guitarra acompañaron al festejado Edgardo Barragán,
mejor conocido como el “Buchakas”, bajista de la banda, y a su compadre
colocutor el buen “Tommy” Padilla en su noche de gala.
El toquín lo abrió “El Grito”,
quienes aparte son los encargados de la operación del bar “Bichos Live”, donde
fue el evento, y dieron muestra una vez más de su calidad y del gusto por el
Hard-Core, pues lo ejecutan de una manera precisa y potente, muy al estilo de
ellos.
Después nos enteramos que los
conflictos políticos del sur del estado rebotaron hasta ese rincón lleno de
greñudos y tatuados, pues un par de bandas, la presentación de Antidoto y el
ansiado regreso de la Malilla Planetaria fueron frustrados por los bloqueos en
la carretera de Vicam y no pudieron llegar a Hermosillo, aunque el “Chupy” hizo
de las suyas de una forma peculiar y divertida, pues acompañado en su pie
derecho con una maraca, la cual estaba amarrada a un pedal y golpeaba una
tarola y el bombo con el pie izquierdo, acompañó su hipnótica guitarra, que le
daba tono a su aguardientosa voz, que junto con sus letras de la cotidianidad
urbana completaban un collage digno de Buñuel.
Cuando los “Sucios” subieron al
escenario la gente se agolpo hacia ellos como hace ya casi 25 años cuando daban sus primero tumbos en el
limbo de los “Rock Stars” hermosillenses
y corearon una a una de las rolas, que a decir del “Choco” son para puros
rucos, pues eran los de la vieja guardia como el “Tommy”, el “fayuca” o el
Vinicio, quienes gritaban a coro con los músicos, y que a manera de
reconocimiento hay que resaltar que el “Buchakas” tocó con el hueso del hombro
salido, pero el esfuerzo no era para menos, pues era su festejo.
Además como en botica hubo hasta
rifas y regalos y eso que Chabelo no fue invitado, así que los Fariseos
regalaron camisetas alusivas al programa y a la Radio, además de unos morrales
muy Ad-Hoc hechos con pedazos de mezclilla y con su logo punketero, por lo que
varios fans salieron, aparte, con un recuerdo invaluable de esa noche.
La fiesta de las caguamas vio su
fin con “Los hijos del lechero”, quienes con su bien definido estilo, trabajado
por varios años le pusieron el cerrojo perfecto a una noche para celebrar la
existencia, a pesar de los pesares de un espacio hertziano, transmitido todos
los jueves de 9 a 11 de la noche por el maléfico 97.7 del fm, que sin hacerle
daño a nadie es y seguirá siendo de las delicias de aquellos que disfrutan del
dolor ajeno y de los sonidos crudos, machacantes y rabiosos de esa música
vilipendiada por el movimiento Glam en sus inicios y por el pop facilón en su punto
más álgido. Larga vida pues, como dijera el chavo del famoso “Andeleeee”, al
Punk rock.