miércoles, 27 de octubre de 2010

Clásico empate



El frío se apoderó una vez más de un devaluado encuentro, desde varios años atrás, y ni un estadio Azteca repleto logró prender la llama de esperanza, del ahora mal llamado “Súper clásico del futbol mexicano” entre Águilas del América y Chivas del Guadalajara.


La falta de calor, pasión y todo lo que caracteriza a estos encuentros, hizo su aparición desde principios de semana, donde la tibieza le dio forma a las declaraciones, que parecen estar incluidas en un guión que cada edición desempolvan, pero que quedan así, llenos de polvo, sin lustre, sin brillo.

Resulta increíble el optimismo de los aficionados capitalinos, que a pesar de la mediocre realidad actual en que están inmersos ambas escuadras, colmaron las gradas del inmueble, con todo y que pagaron el doble por cada lugar, la verdad no resulta lógico.

A excepción de un par de cotejos, la mayoría de estos encuentros en por lo menos 10 años han estado teñidos de una extensa gama de grises, en donde predominan los empates y los triunfos deslucidos por un gol de diferencia. ¿Debería de seguirse considerando un clásico?

Lo único que lo salva es la cantidad de aficionados con los que cuentan ambos clubes, por lo demás, no lo merece. Al final de cuentas no se pueden esperar grandes cosas de un par de equipos que no cristalizan la parte deportiva acorde a lo bien que lo hacen en términos de comercialización.

En primer lugar, el América ya no tiene la producción canterana de hace años, es poco productiva y de bajo nivel en general. Cambian de técnico constantemente, porque no eligen de acuerdo al perfil de la institución y lo mismo pasa con los jugadores extranjeros, es poco el número de los que se llega consolidar. Desde el 2005 no son campeones, y si siguen así, vendrán cinco o hasta más años sin ninguna corona.

Chivas por su parte tiene un trabajo más uniforme y coherente en cuanto al mantenimiento de proyectos, con todo y los arrebatos de su dueño, Jorge Vergara. En 2006 consiguieron su última estrella y en los últimos 20 años lo han hecho en dos ocasiones. Actualmente cuenta con una generación de futbolistas en etapa de transición.

Por un lado –los pocos– están los jóvenes que tienen calidad pero les falta experiencia y que aprenden día a día de los experimentados, –los más– que pasan por pésimo momento a nivel individual, que a pesar de no ser tan viejos y no se vislumbra su retiro, se encuentran en un bache que vaticina el inicio del ocaso de sus carreras.

Ante este panorama se perdieron dos horas del domingo con un espantoso cero a cero, típico, ya, de estos encuentros. Las propuestas mezquinas y el jugar a no perder, en lugar de jugar a ganar, le robaron valioso tiempo a una afición que exige sea repuesto, reparado o compensado de cualquier forma, ¿la clasificación?, tal vez ¿el campeonato?, no por ahora.

¿Entonces qué se les puede exigir? Compromiso, entrega al mil por ciento, trabajar con seriedad, cerrar la temporada lo más decoroso posible y sentar las bases para poder aspirar a algo mejor en la siguiente. La deuda se hace más grande cada semana y eso es algo que no deben olvidar.


jueves, 21 de octubre de 2010

jueves, 7 de octubre de 2010

Desierto

martes, 5 de octubre de 2010

Eventos en la Unison